No soy solo cine, también me gustan las series de televisión: algunas puedo admitir haberlas visto más que otras. Hay que mantener el status. La obsesión de turno es “True Blood”, la última serie de Alan Ball creador de “Six feet under”, la cual realmente me tiene fascinada, cautivada, soñando con vampiros.
El argumento es el siguiente: en Bon Temps, un pequeño pueblo de Luisiana, Estados Unidos, vive Sookie Stackhouse, una inocente y linda mesera que tiene que trabajar en el bar local con un uniforme que consta de una polera blanca y unos shorts ajustados. Para empeorar la situación, ella tiene la habilidad de escuchar lo que la gente piensa, es decir, puede escuchar los pensamientos, muchas veces asquerosos, de los hombres. Hasta que un día llega un vampiro al bar, al cual no puede leerle la mente. Esto la intriga enormemente y así comienza la historia de amor que es la columna vertebral de toda la historia.
Sí, leyeron anteriormente vampiros. Porque la realidad que se nos presenta en esta ficción es una en que los vampiros son parte de la sociedad como una raza más, ya que los japoneses pudieron crear un sucedáneo a la sangre llamado “True blood”, así los vampiros no necesitarían alimentarse de sangre humana. El problema es que no a todos ellos les gusta esta nueva bebida y no todos quieren compartir con los humanos. Se nos presenta la complejidad del vampiro, que lucha contra su naturaleza y que alguna vez fue humano. Un vampiro que ahora es empresario, que te puede dar el mejor sexo de tu vida, que tiene una sangre que te hace adicto.
Retomando la historia, en Bon Temps comienzan a ocurrir asesinatos a mujeres y es ahí donde todos sospechan del vampiro, que en realidad está tratando de pertenecer a este pueblo, en el cual vivía antes de ser convertido.
Lo más destacable de la serie es la presentación de una sociedad en que los vampiros están recientemente incluyéndose, sobretodo en un pueblo de campesinos sureños, los cuales aún tienen especiales remembranzas de la guerra civil y que representan a ese ciudadano norteamericano típico: el no ilustrado, el intolerante, el patriota, el que ve las noticias y cree que todo es verdad. Es a través de la vida y problemas de cada uno de los personajes que podemos hacer un retrato de la sociedad estadounidense, esa que tanto le teme al “otro” y que busca sus respuestas en religiones, alcohol y en la violencia.
Los vampiros son solo una justificación que nos permite cuestionarnos cómo nosotros nos enfrentaríamos a lo que no conocemos; qué haríamos si lo que pensábamos que era solo un mito ahora es verdad. Es ahora que podemos cuestionar nuestra realidad, ¿lo que conoces es lo que existe o hay algo más allá afuera?
no he visto la serie... pero por lo que comentas, habla de esa pregunta de todos los días ¿qué pasaría si los mayores y más inverosímiles miedos que uno posee terminaran por ser verdaderos? ¿qué pasaría si uno tubiera que, más encima convivir con todo eso?...
ResponderEliminarme recordó a un libro de stephen king... salem´s lot...
dale con esto bárbara...
si yon
No voy a mentir, soy un poco reacio con esto de las series y pelis de vampiros. Después de una vida de Buffy y como ella muchisimas series que tratan del lado "oscuro" y demonios y golpes van y golpes vienen... no es lo mío. Pero si el argumento es más profundo, y lo que pretende es develar la naturaleza humana, pues bienvenido sea, y es más, se agradecería el cambio en la presentación, si al final lo que queremos ver no es un mostruo superpoderoso, sino un buen argumento que nos cautive y haga pensar y no sólo babear...
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ResponderEliminar(suprimí el anterior por las faltas de ortografía que lo hacían no digno de un comentario para ti)
ResponderEliminarla verdad es que poco a poco las series comienzan a ser mas que simples entremeses y aquello que uno ve por no haber nada más que ver, para simplemente pasar a ser vistas como el verdadero plato fuerte, uno que dura más que dos horas en una habitación oscura, uno que dura horas y horas, e incluso semanas o meses si se esta viendo la última temporada, supongo que true blood es uno de estas.
Yo por mi parte recupero mi infancia y así como el niño sin juguetes cuando grandes se compra mil, yo , niño sin internet, ahora veo todo aquello que cuando niño no vi, desde los caballeros desde "los zodiaco" hasta mi actual droga "naruto" pasando por "heroes", quiza "jericho" es la que salva mi heterogéneos lista...
saludos besos y te amo.
Sí igual como que me había llamado la atención la serie por el trailer, pero después como que no quise verla para no engancharme con la serie.
ResponderEliminarEl otro día vi un pedazo de Lost y preferí apagar la TV para no quedarme pegado, después no estudio xD
Me parece que el mayor miedo que puede darse, es que en efecto, no exista nada más allá de lo que conocemos.
ResponderEliminarEs decir, es al revés como debemos pensarlo. Las ilusiones de las pantallas, de la celulosa, de la creatividad, y del engaño político, nos ha llevado constantemente a la duda [por sólo decir otro cuento, Dios].
"Y si hubiese..." "Y si no fuese como pensam..." Etcétera.
Me parece que efectivamente ya nos olvidamos de los marcianos de Bradbury, ya nadie mira al cielo, y no nos encontramos con elfos bajo los troncos valdivianos.
Todo relegado a la imaginería -que por cierto no está mal, salvo cuando comenzamos a dudar de su inexistencia-.
Reitero. Y si no, afirmo. Insisto: lo peor, lo más trágico, sería que no existiera nada más de lo que conocemos. Que tras la política bucólica de nuestros representantes, no existiera conspiración gringa. Que en realidad a nadie le interesa lo que pensamos, aparte de nuestros agentes de seguros. Que nadie nos está observando.
Es esa lucidez la que aterra.
Primera exigencia de Schopenhauer: "vive como si nadie te está observando".
Tedio.
O el suicidio o la indiferencia.
Cioran murió de viejo.
Saludos Barbara,
M.R.
Por cierto, y como anécdota.
ResponderEliminarLa serie de este tiempo: Dr. House.
Me he reencontrado con este misántropo. Lamentablemente se dispone como ídolo. Como ese pedestal que cuesta seguir. Ni cojeando ni a paso seguro es fácil ser un Dr. House.
Antes, debes ser un genio como él. Naturalmente no tiene por qué ser en medicina.
Lo que atrae del Dr. House es esa vocación de diagnóstico. En definitiva tiene mente de filósofo. O bien, de escritor. Pues para escribir sobre las personas, sobre la vida -o bien, construir personas o vidas-, se requiere de una mente aguda.
A comienzos de la tercera temporada se sugiere un tema interesante. Es muy fácil ser déspota -o inhumanamente libre para poder decir lo que se antoje- en un hospital, donde sólo existen enfermeras.
Es muy fácil ser un Dr. House, intimidante, ante débiles o personas tolerantes.
En la tercera temporada surge un nuevo personaje. Un policía que no teme a la prepotencia del Dr. House. La vida es precisamente como ese policía que te controla constantemente. Los exabruptos de los hombres, que suelen darse en los noticieros, no son nada de raros ante las constantes presiones sociales. El famoso saber comportarse.
¿Dónde quedó Lafargue?
Bárbara, gracias por el alfajor
ResponderEliminarte leeré con más calma y más a menudo
cuidate
coincido plenamente contigo en lo que pretende la serie, la cual es reflejar una parte de la sociedad norteamericana, esa que se exacerba por lo nuevo, que no esta dispuesta a aceptar a los nuevos vecinos y que se rige por patrones añejos de otras epocas, tambien a la intolerancia hacia otras culturas en este caso representada por el vampirismo, sabes que me hizo acordar del personaje de Clint Eastwood en Gran Torino.
ResponderEliminarPor otro lado también esta el rollo de la reincersion (o como se escriba) dentro de la sociedad, ya que como dijiste es un hombre, vampirizado que desea llegar a vivir a su tierra de toda la vida. En terminos generales super buena la serie, y caso aparte es el personaje del hermano de la protagonista y de su amiga, jajajajaja.
eso.
Bárbara: Confieso que mi historial de series de tv vistas es paupérrimo, pero a juzgar por tu ensayo, creo que true blood puede ser una de esas propuestas locas para invertir la normalidad y atreverte a empezar tu rutina de noche... jajaja no soy quien para comentar tu ensayo... en realidad me podrías enseñar un poquito...
ResponderEliminar...solo de paso me gustaría destacar a Alan Ball, guionista en Six Feet Under y Belleza Americana. Sin duda un tipo con una concepción que atraviesa el ámbito televisivo, dandole un ámbito de reflección sobre lo que somos. No soy muy fan de la serie(por una cosa de tiempo) pero los problemas que profundiza son sin duda algo que no compete solo a los vampiros si lo llevamos a la vida "real". Solo eso por el momento, nada que decir en el ámbito técnico ya que es una hiper mega producción.
ResponderEliminarkmkz_01
Eeeeh! puedo escribir!
ResponderEliminarApeketeketeketeke! Más vale tarde que nunca, jajaja.
Sobre True Blood:
DEBO CONFESAAAR que me gustó harto la serie. Partiendo por el ritmo acelerado, sostenido y precipitado, no daban con la reiterada (Y siempre odiada) conducta habitual de todos los guionistas, de presentar una trama interesante, para luego dar lugar a círculos absurdos en una trama que empieza a deshacerse y perder todo sustento. Creo que ello se debe a que es una serie HBO (por tanto sin mucho comercial, y más fiel a su original script). El ritmo vertiginoso de la serie, muy necesario considerando que son capítulos de casi 1 hora, mantiene siempre atento al espectador, que ve mezcladas escenas más o menos explícitas de sangre y sexo, temas primitivos y cautivadores.
Tuve cierta reflexión , más bien paralelo, con Lost. En Lost, (que ya va por su quinta temporada) tendrá unas 10 líneas argumentativas, todas desarrolladas de manera complicada, lenta y tortuosa. Es imposible 'ponerse al día' y de pronto parece que en verdad, no ha avanzado en nada. Esa idea no ocurre en True Blood, que sigue una línea argumentativa seguida, con pocos argumentos distractores. Lo que sí creo que peca un poco, es en la unidimensionalidad de sus personajes, de la naive rubia naive, del hermano cachondo, del vampiro siniestro. Pero a ratos, y exitosamente, va dando lugar a una transformación en los personajes (que mejor ejemplo que el último cap), lo que demuestra la intención de mantenerla dinámica.
Igual se pega sus giros impactantes (queria escribir shockings pero no se si está bien escrito!) ...como la cuarta víctima del asesino (tratando de no volverme un SPOILER ambulante... jajaja).
La Pame se enojó conmigo porque perdió todo un fds viendo la serie, y me preguntó por las otras temporadas!! jajaja.
Lo que me hace pensar que si la first one fue tan buena, let's hope que la vara alta la sepa mantener el creador (entre paréntesis, no me gusta el video de inicio!)
cariños y abrazos riiiiveeeeeraaaaa!
pd: y si empezaras a decir 'mi prima es maura rivera'? asi como para ponerle más glamorosidad a la vida, jajaja.
chau